El Martisor es un símbolo de la primavera, del retorno a la vida. Al principio, era representado por una moneda, luego se transformó en pequeñas piedras de rio pintadas en blanco y rojo, puestas en un hilo.
Una vez, el Sol bajó a un pueblo, tomando la imagen de un chico. Un dragon lo esperó y lo raptó, encarcelándole en un calabozo. El mundo se entristeció. Los pájaros ya no cantaban y los niños dejaron de reír. Nadie se atrevía a enfrentarse al dragón hasta que un día un muchacho valiente decidió ir a salvar al Sol. Su viaje duró tres estaciones: verano, otoño e invierno.
Al encontrar al dragón, que estaba en su castillo, empezaron a luchar. Se enfrentaron durante días enteros hasta que el dragón fue derrotado. Debilitado de sus poderes y herido, el joven liberó al Sol. El astro se levantó al cielo, haciendo que todo el mundo volviera a sonreír. Pero el valiente muchacho no llegó a ver la primavera. Su sangre caliente cayó en la nieve.
Cuando la nieve empezó a derretirse, salieron unas flores blancas, las campanillas, los heraldos de la primavera. Incluso la última gota de sangre del chico se escurrió en la inmaculada nieve.
Desde entonces, los jóvenes entrelazan dos borlas: una blanca y una roja. Los ofrecen a las chicas a quienes aman o a sus seres queridos. El rojo significa el amor por todo lo que es hermoso, que recuerda al color de la sangre del valiente chico. El blanco simboliza la salud y la pureza de la campanilla, la primera flor de la primavera.
El 1 de marzo, los rumanos tienen la costumbre de que los padres pongan en la mano o en el cuello de los niños una moneda para que tengan suerte durante todo el año y estén sanos. El Martisor se suele poner antes del amanecer. Hoy en día el Martisor se regala a los niños, chicas y mujeres, para proteger su ternura y sensibilidad.
Las chicas solían lavarse todo el año con el agua que quedaba de la nieve hasta el día de 1 de marzo, para ser siempre hermosas y sensibles.
Después de llevar durante 12 días el Martisor, la gente solía sacárselo y ponerlo en un árbol fructífero para que diera más frutas ese año. Se decía que si hacía buen tiempo durante aquellos días, toda la primavera sería soleada.
¡Feliz primavera!
fuente del texto original: http://legendeleromanilor.ro/2012/02/legenda-martisorului/
Una tradición muy bonita, no conocía su existencia
ResponderEliminar¡Gracias amiga, pasa buen fin de semana!
Muchas gracias por tu visita y comentario! Feliz primavera!
EliminarHola Sandra,
ResponderEliminarMuy interesante la leyenda! Hoy 1 de marzo es primavera...
la tradición es muy bella.
¡Saludos y una buena entrada de entretiempo!
Espero que pases una bonita primavera! Un abrazo grande
EliminarMuy bonita la leyenda, pues este fin de semana está haciendo tiempo de primavera en Barcelona. O sea que aunque sea este fin de semana (dicen que las temperaturas bajarán la próxima) también nos hemos apuntado a esta leyenda tan hermosa ;D
ResponderEliminarUn abrazo!
Barcelona... como la echo de menos! Gracias por tu visita, Francisco. Yo lleve el martisor los primeros 8 días. Es una costumbre que me encanta y tambien se apuntaron ahora mi suegra y cuñada :)
EliminarUn abrazo
Que preciosidad de historia, me encantan las tradiciones de tu Rumania.besitos
ResponderEliminarMuchas gracias Isaboa! Es un placer verte por aqui. Un abrazo
Eliminarpreciosa leyenda
ResponderEliminargracias por compartirla un afectuoso saludo
Gracias a ti por visitarme. Un saludo.
EliminarQué bonita costumbre... para guardar la ternura y la sensibilidad... Muy hermoso.
ResponderEliminarSaludos, linda semana para ti.
Te agradezco por visitarme y apreciar este post. Me alegra saber que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarHermosa leyenda, Sandra. Esperemos que el Martisor nos ayude a encontrar la felicidad. Un abrazo y feliz primavera.
ResponderEliminarOjala! Que pases una linda primavera! Un abrazo
Eliminaren Catalunya tenemos una leyenda similar, la de Sant Jordi. no dejamos sano ni un dragón en nuestras leyendas. saludos!
ResponderEliminarEstoy con Alejandro, tenernos a Sant Jordi que mató al dragón, pero la aplicación de vuestra leyenda varia a la nuestra, representada en el regalo a las mujeres de rosas y a los hombres de libros. Me encanta como continuasteis en Rumania la tradición de vuestro valiente muchacho y el dragón, Besos
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLos dacios también celebraban el Martisor. La mayoría de nuestras tradiciones son de los dacios.
ResponderEliminarMuy bueno!
Mis hijas hacen martisor para sus compis de la clase cada año. Y los niños se lo guardan después en sus agendas escolares por que les encanta.
ResponderEliminarGracias por haber puesto la historia en español. Asi me es mas facil explicar����