martes, 19 de diciembre de 2017

Ignatul- tradición de la matanza del cerdo


El día 20 de diciembre es conocido como el Día de Ignat, cuando muchos rumanos según la antigua tradición sacrifican cerdos para la mesa de Navidad y demás fiestas de invierno.
El ritual de sacrificar el cerdo en Navidad proviene de los pueblos antiguos (egipcios, romanos, griegos). A través de este sacrificio, equivalente semántico del año que termina, una nueva vida empieza, la del año nuevo. En la fe de los dacios, el cerdo era sacrificado como símbolo de la divinidad de la oscuridad, que debilitaba el poder del Sol en el día más corto del año, el solsticio de invierno. Para ayudar al Sol, la gente sacrificaba cerdos. Después de eso, los días empezaban a alargar su tiempo diurno  y la Navidad se convertía en una celebración de la luz y de la vida.
Este día es una oportunidad para la reunión familiar, ya que de costumbre participa toda la familia. Desde la noche anterior la gente afila los cuchillos, prepara el cilindro de gas o paja para chamuscar, las ollas en las que pondrán la carne, el tocino y la corteza.
Los hombres se encargan de la matanza del animal, y la tradición requiere que el que mate al cerdo sea un hombre limpio de espíritu que se haya confesado antes. En algunas regiones hasta se bendice el hogar donde se sacrificará el animal.


Dicen que las mujeres no deberían participar en este ritual ni siquiera para servir bebida a los hombres, ya que si alguien siente lastima por el cerdo, este tarda más en morir, caso en el que la carne luego perderá su calidad. El rol de la mujer empieza cuando el cerdo llega a la mesa para cocinar su carne.
Después de la matanza, se lava el cerdo y su piel se quema, añadiéndole ramas de leña y jazmín para obtener una corteza aromática. Es momento en el que llegan los niños y se ponen encima del cerdo para jugar un rato y darle un poco de alegría a este momento.
Las mujeres se ocupan de distribuir la carne por categorías, pero solamente después de que el hombre haya hecho una cruz con el cuchillo en la frente del animal y haya acabado el despiece.


Se aparta carne para chorizo, salchichas, paté y para hacer un asado. Los pies también se utilizan para hacer piftie ( un tipo de gelatina ). Se queman un poco la oreja y la cola y se suelen comer en el mismo día. Al acabar de preparar la carne se organiza una comida llamada ¨pomana porcului¨- limosna del cerdo, en la que asisten todos los participantes a la matanza. Comen de esta forma asado, filetes, tocino, costillas. La gente come fuera en el patio y acompañan la carne con aguardiente (țuică) hervida. Parte de esta comida se reparte a la comunidad, a los pobres, a la iglesia, pero especialmente a la familia. Es una costumbre antigua para ofrecer obsequios para recibir protección ante los espíritus malignos y para mantener la familia fuera de peligro.
En la tradición rumana encontramos varias costumbres y supersticiones relacionadas con este día de Ignat. En la víspera de Ignat se hierve trigo y se bendice. La familia cena el trigo y los restos se dan por la mañana a los pájaros. También se coge una calabaza a la que se le corta el pedúnculo y se guarda, ya que se dice que es buena como medicamento. Cuentan que esta noche las brujas  quieren robar la riqueza de los hogares, por eso se pone mijo y sal alrededor de la casa y de los establos.
Si el cerdo es de color negro, se coge parte de su manteca y se lleva a la iglesia para que la bendiga el cura. Luego esa manteca se puede utilizar por los que tienen dolor de piernas. Al que es sospechoso de convertirse en strigoi se le echa manteca de cerdo por el cuerpo. Distintas partes del cerdo se usan como remedios para enfermedades del hombre o animales, en practicar hechizos o curar el mal de ojo. Sobre el hígado de cerdo se dice que es bueno para curar la anemia o la falta del apetito.

Y vosotros, ¿habeis participado alguna vez en la matanza del cerdo? 


 fuente de texto parcial:

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