martes, 2 de abril de 2013

La muerte de la cierva


- escrito por Nicolae Labis


La sequía mató cualquier soplo de viento.
El sol se derritió y cayó a la tierra.
El cielo se quedo caliente y desnudo.
Los cubos sacan de la fuente mucho barro.
En los bosques, más a menudo tiros, tiros,
Bailan salvajes, juegos satánicos.

Sigo a mi padre, por las colinas,
Y me arañan los árboles, malos y secos.
Empezamos los dos la caza de ciervas,
La caza del hambre en los Cárpatos.

La sed me mata. Hierve en la piedra
El agua escapando de la fuente.
La cabeza me pesa en los hombros. Camino como
En otro planeta, inmenso, extranjero y difícil.

Esperamos en un sitio, donde todavía suena,
De las cadenas de ondas, los resortes.
Cuando se vaya el sol, cuando salga la luna,
Aquí vendrán a beber en línea
Uno por una, todas las ciervas.

Le digo a mi padre que tengo sed y me hace señales para que me callara.
Agua asombrosa, ¡que rápido te mueves!
Me siento unido a través de la sed con la criatura que morirá
A una hora detenida por ley y tradiciones.

Con susurros suaves respira el valle.
¡Qué terrible crepúsculo flota en el universo!
En el horizonte gotea sangre y mi pecho es rojo, como si
Limpiara sobre él mis manos llenas de sangre.

Como en un altar, arden helechos con llamas púrpuras,
Y las estrellas sorprendidas parpadean entre ellas.
¡Oh, cómo quisiera que no vengas, que no vengas
Hermoso sacrificio de mi bosque!












Ella se muestra saltando y luego se para
Mirando alrededor con una especie de temor,
Su nariz delgada emociono el agua
Con círculos evasivos de latón.

Tenía en sus ojos húmedos algo confuso,
Sabía que iba a morir y que le dolerá.
Me parecía que revivía un mito
Con la chica transformada en cierva.

Desde arriba, la luz pálida, de la luna
Tamizaba en su piel caliente flores de cerezo.
¡Oh, cómo deseaba que por primera vez
La escopeta de mi padre falle!

Pero las balas sonaron. Caída de rodillas
Levantó su cabeza, lo sacudió hacia las estrellas
Se precipita y derrama rojos
Fugaces abalorios de sangre.

Un ave azul se movió entre las ramas,
Y el alma de la cierva hacia el cielo
Voló, gritando como cuando en otoño
Los pájaros dejan sus nidos vacíos.

Fui despacio y cerré
Sus ojos umbrosos y tristes
Y me sorprendí callado cuando mi padre
Dijo alegremente:- ¡Tenemos carne!

Le digo a mi padre que tengo sed y me hace señal que bebiera.
Agua asombrosa, ¡que rápido te mueves!
Me siento unido a través de la sed con la criatura que murió
A una hora detenida por ley y tradiciones...

Mas vanas son las leyes y ajenas
Cuando vivir logramos ya apenas,
Qué costumbres ni qué compasión, cuando
Dejamos a mi hermana agonizando.

El rifle de mi padre humo echa.
Valles sin viento, caen las hojas
Mi padre alza un fuego espeluznante.
¡Oh, nunca será el bosque como antes!

Desde las hierbas cojo en manos sin saber
Una campanilla plateada...
Mi padre saca y tiene en su palma
El corazón y los riñones de la cierva.

¿Qué pasa corazón? ¡Tengo hambre! Quiero vivir y quisiera...
Tú, perdóname, doncella- ¡ah, tú, mi cierva!
Tengo sueño. ¡Qué alto es el fuego! Y el bosque ¡qué profundo!
Lloro. ¿ Qué pensará mi padre? Como y lloro. ¡Como!












7 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias por visitar el blog y leer este poema! Un abrazo.

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  2. El poema La muerte de la cierva escrito por Nicolae Labis, fue publicado por primera vez en la revista " La vida rumana" en 1954 y luego en el libro " Los primeros amores".
    La base del poema es la gran sequía después de la Segunda Guerra Mundial, que transforma el paisaje terrestre, visto a través de los ojos de un niño dominado por el hambre, en uno con aspecto de desierto, lunar, desde donde se levantan llamas infernales.
    El drama comienza al anunciar la caza iniciativa que tendrá como resultado la madurez del niño de un modo totalmente inesperado.
    La escena del sacrificio tiene repercusiones dentro de su alma, alterando el silencio monumental de la naturaleza.
    La dura realidad de la vida determina estas acciones desesperadas de supervivencia del individuo, como una necesidad de matar para no morir, en una cadena trófica de las existencias que suceden en un orden predeterminado por el destino implacable.

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  3. Muy triste, pero muy real. La vida no es siempre de color de rosa para todo el mundo y aunque nos gusta más escuchar cosas bonitas y chistes...hay que ser consciente de la realidad. Sabes que creo que deberías haber sido periodista, nunca te lo han dicho? Besos!

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    1. Gracias por tu comentario, asi es la vida no es siempre un camino de rosas. A veces pasan cosas duras pero gracias a ellas nos maduramos y aprendemos ser mas fuertes y mas sabios.
      No pensé nunca en estudiar periodismo, antes no solía leer mucho, la verdad es que hasta que acabe la facultad me dedique a las matematicas y luego a la economia. Desde que empece este proyecto y desde que conocí a mi novio, descubrí el mundo de las letras. No me atrevo a escribir algo mio y menos en castellano, creo que aun me falta mucho para aprender a expresarme como deseo. Pero ¿quien sabe? tal vez algún día.
      Besitos.

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  4. Aun siendo un triste poema es un bellisimo poema. Por un momento me senti ese padre, ese niño y esa cierva.Fui pasando de uno a otro.Incluso me meti en ese pajaro que se llevo el alma de la cierva.Precioso poema sin duda.gracias por compartirlo cielo. que tengas un bonito fin de semana.besitos

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