Un campesino con mal corazón encontró un día en su hacienda una vaca que era de su vecino. Enfadado, cogió al animal y lo maltrató; luego lo ató y lo devolvió a su dueño diciéndole:
- Si encuentro una vez más a tu vaca en mi hacienda, que sepas que le haré algo peor ¿me entiendes?
El segundo día, sin embargo, el vecino encontró a su vez en su tierra, dos ovejas que pertenecían al vecino malo, que entraron allá colándose a través de un agujero de la valla. El hombre reparó la valla, les dio de comer a las ovejas y las devolvió a su propietario, el hombre cruel, a cual le dijo:
-Encontré en mi hacienda dos de tus ovejas. Les di de comer y te las traje a casa. Si las encuentro de nuevo en mi patio, que sepas que haré lo mismo: las cuidare y te las devolveré sanas y salvas.
- Gracias…-le contestó el vecino- podrías haber hecho como yo, pero ahora me doy cuenta de lo que hice. ¡Ya verás que la segunda vez no pasara así!
Y, de hecho, el hombre cumplió con su palabra.
Cuando quieres enseñarle algo a alguien que hizo una injusticia, no debes hacerlo con maldad, sino con bondad y paciencia, y entonces seguramente tendrás éxito.
" Si obligas a alguien a aprender algo, no se le quedará por mucho tiempo, pero lo que le enseñas con amor y bondad, eso se quedará en su alma para siempre"
Nunca hagas aquello que no te gustaria que te hicieran... asi aprendes la lecion... un abrazo Sandra
ResponderEliminarAsi es, Enrique. Yo creo que con paciencia y bondad podemos obtener muchas cosas. Gracias por dejarte caer por aqui. Un abrazo.
EliminarBuena moraleja nos dejas: si quieres enseñar algo a alguien que ha hecho mal enseñárselo con bondad para que él solo se de cuenta.
ResponderEliminarYo creo que eso funciona porque "el hombre
cruel" en el fondo no es mala persona. No crees?
Un abrazo Sandra. Que tengas buena semana.
Creo que a veces nos portamos mal porque estamos enfadados, tristes, preocupados y entonces nos manifestamos así. Pero si los vecinos se hicieron buenos amigos significa que los dos eran buenas personas, lo que pasa es que el hombre con "corazón malo" necesitó una lección para recordar abrir su alma ante los demás.
EliminarMuchas gracias por tu visita, Francisco! Un abrazo.
Nunca mejor dicho Sandra, que buena moraleja!
ResponderEliminarFelicidades.
Un abrazo y saludos en la distancia
Gracias Elisa, elegí estos cuentos con moraleja porque a veces nos olvidamos que una sonrisa, un gesto bonito puede hacernos mejores personas. Siempre estamos preocupados con nuestro asuntos y olvidamos lo que importa de verdad.
EliminarUn abrazo!!
Linda historia Sandra, me encantó. Ésta es una bonita manera de ganarte un vecino, hacer un amigo...y para siempre. Con tu permiso, lo comparto.
ResponderEliminarAsi es, si fuéramos mas buenos, mas abiertos a detalles y gestos bonitos ganaríamos mejores amistades y nosotros también nos sentiríamos mejor. Gracias por visitarme! Un abrazo!
EliminarMuy hermosa la enseñanza de la historia. Muchísima razón, el amor hace que nunca se olvide de algo, sucede con los sentimientos hacia la pareja, con los padres, con los hijos, amigos, etc. Gracias Sandra por el post fantástico! Abrazos.
ResponderEliminarGracias a ti, Alex. Me alegro poder compartir mis entradas con todos vosotros. Es una alegria de que os gusten. Y si creo que el amor puede todo, es lo que nos hace felices. Abrazos!
Eliminaraprecciated your blog kisses albert
ResponderEliminarThank you Albert! It is a pleasure to have you as a guest and reader. Best regards!
EliminarEs difícil cambiar. Quien actúa mal quizá obtenga una ganancia o una satisfacción rápida, a corto plazo. Hay en eso un comportamiento infantil, que nos habla de problemas en la infancia.
ResponderEliminarPero no tengo dudas de que con tiempo y paciencia, es decir con el enorme esfuerzo de otra persona, la anterior podría si no hacer lo mismo, sí llegar a valorarlo.
Un abrazo.
Si creo que si recibimos varias veces una lección al final logramos aprenderla. Le agradezco por visitarnos y dejar su opinión. Un saludo cordial.
EliminarHola Sandra.
ResponderEliminarAndo revoloteando como las mariposas, sin tiempo para posarme por mucho tiempo en ningún lado, hoy me he posado en el campo de tus dos vecinos, encontrando una bella moraleja gracias.
Un abrazo.
Ambar