Se dice que vivía en esta celda un monje: Daniel Sahastru (*solo, solitario). El mundo le llamaba así porque le gustaba vivir solo. El bajó del cielo para hacer bien a la gente perdida en este desierto.
En una noche vino a esa colina, derrotado por los enemigos, el príncipe Esteban y su servidor. Estaba buscando un sitio para descansar y encontró esa piedra grande. De repente vio una luz en la ventana de Sahastru, ya que justo entonces el monje estaba rezando. Se fueron hacia allí, porque tenían mucha hambre.
Llegando allá, Esteban llamó a la puerta.
- ¿ Quién anda ahí?
- Un hombre bueno, contestó Esteban.
- Si es bueno, que pase!
Él entró.
- ¿ Qué le pasó que vino a verme?
Triste y amargado como estaba, no le contestó nada.
- Yo sé qué le pasa. Si hace lo que le digo, todo estará bien.
- ¡Juro por mi hijo que escucharé sus ordenes!
- Entonces, ponga la oreja en mi pie izquierdo. ¿Qué escucha?
- ¿Qué voy a escuchar? Solamente gritos y lagrimas.
- Cierto. Estas, Esteban, vienen del alma del pueblo. Ahora, ponga la oreja en mi pie derecho. ¿Qué escucha esta vez?
- Ahora escucho canciones bonitas.
- Así es. ¡Entonces allá desde donde oyó estas canciones, hará un monasterio!
- ¿Pero desde donde se oye? preguntó Esteban.
- ¿Sabe de dónde, Esteban? Mire, desde ese sitio, desde la colina. Mañana suba allá, tire con el arco y donde encuentre la flecha clavada, sepa que desde allá se oyen los cantos.
- Pero ahora, padre, ¡denos algo para comer, que nos morimos de hambre!
- Ya, pero yo no como. ¿De dónde le voy a dar comida?
- Busque, padre, que no podemos más.
Buscó Daniel en todas partes, y al final encontró un poco de hostia y les dio a ambos para comer.
Luego, se pusieron a dormir y Sahastru se quedó fuera para vigilarles. Cuando amaneció, Daniel llamó a la puerta.
- ¡Despierte, Esteban y vaya!
Ellos se levantaron y subieron a la colina. Esteban sacó su arco y tiró, pero la flecha se adentró en el bosque. Fueron a buscarla y después de una larga búsqueda, la encontraron. ¿Pero con quien iban a construir el monasterio, si estaban solo ellos dos? Entonces, Esteban se fue por la noche a Volovat y cogió una iglesia de allá. Hasta el segundo día por la mañana la iglesia ya estaba en el sitio indicado por la flecha.
Pero al acabar con su promesa, vio venir a los turcos. Ellos vieron a Esteban cuando cogió la iglesia y fueron a por él. El príncipe entró en la iglesia y empezó a rezar para salvarse de esa situación.
Dios escuchó la oración y una niebla densa cayó sobre la tierra. Ahora los turcos se confundieron y empezaron a matarse entre ellos. Lucharon así hasta al atardecer cuando quedaron solamente dos. Teniendo miedo que Esteban les iba a matar, ellos abandonaron la lucha.
Esteban, contento, se fue a Suceava y trajo maestros para que arreglen el monasterio.
Interior del monasterio |
Interior del monasterio |
Esta leyenda se cuenta así y así es como los ancianos nos la contaron y la seguiremos diciendo.
las historias de Rumanía con las que nos obsequiáis
ResponderEliminarnos descubren un pais con un folclore y una historia preciosa y de una gran belleza
Muchas gracias por tus bonitas palabras! Espero poder presentarles mas cosas igual de interesantes! Un abrazo!
ResponderEliminarQue bonita historia, nos llenas de preciosas imágenes de tu país, gracias por compartir la belleza cultural de tu país. Saluds!
ResponderEliminarGracias Clarisa, me alegro mucho que te haya gustado. Hay mucho que contar y que decir, asi que ire poco a poco y espero que les gusten. Saludos.
EliminarComo siempre me ha encantado esta leyenda sobre el origen del Monasterio de Putna.
ResponderEliminarGracias por explicarnos las leyendas e historias de Rumanía, Un abrazo.
Gracias, Francisco por pasarte siempre por mi blog. Es un honor para mi saber que mis articulos gustan a la gente. Un abrazo.
EliminarQue buena la leyenda, Sandra, y por fuera es precioso. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias por leer esta leyenda. El sitio es maravilloso, yo aun no llegue a visitarlo, pero espero hacerlo en breve. Un abrazo!
EliminarMuy buena la leyenda que nos presentas. Hace que uno casi haga las maletas para visitar este sitio. Nuevamente se te agradece la divulgación de estos relatos de tu maravilloso país. Nuestros saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Sr. Isaias. Es usted bienvenido por nuestra tierra. Yo, mientras eso, espero poder enseñarles mas cosas, porque aunque Rumania es un pais pequeño tiene muchos sitios maravillosos! Un cordial saludo.
EliminarUna leyenda que nos introduce en las creencias de tu país. Bello el monasterio. Gracias por compartir estas historias de tu tierra. Saludos.
ResponderEliminarGracias a ti, Maria Gabriela por leerme. Mi objetivo es de presentarles muchas historias, poemas, costumbres y tradiciones de mi pais y espero que les gusten y que les parezcan interesantes. Un saludo.
EliminarMuchas gracias por compatir .Marisa
ResponderEliminarGracias a ti, Marisa, por visitarnos! Te esperamos más por aqui, cuando te apetezca volver. Un saludo.
EliminarHermosa la leyenda, hermoso el monasterio.y el paisaje. ¡Quién pudiera visitarlo!
ResponderEliminarLe agradezco pro su visita y comentario! Le esperamos volver para descubrir más sitios interesantes de Rumania. Saludos.
EliminarQue riqueza manifiesta tienen estas leyendas de Rumania
ResponderEliminarque compartes con Nosotros desde tu magnifico Blog.
Un abrazo afectuoso desde Buenos Aires!
Muchas gracias Eduardo, me alegro de verte por aquí y de que te haya gustado la leyenda. Un abrazo.
EliminarUn especial ejemplo de leyenda en donde confluyen historia, religión y cuentos populares.
ResponderEliminarSiempre un gusto pasar por aquí.