La costumbre del martisor es un
simbolo de un antiguo escenario de renovación del tiempo en la primavera y es
relacionada, conforme la tradición, con el momento de la muerte y resurrección
simbólica de una diosa femenina autóctona- Baba Dochia.
Martisor también es el nombre
popular del mes de marzo, el mes del comienzo del año agrícola.
La costumbre de Martisor se
mantuvo hasta en el presente pero ya no es como solía ser antes.
En la creencia popular, el
Martisor simboliza la cuerda del año que reúne, por la trenza de los dos hilos
blanco y rojo, los 365 días del año. Los colores blanco y rojo representan dos
estaciones opuestas, el invierno y el verano, ya que en las sociedades antiguas
tradicionales solo se conocían estas dos estaciones básicas.
Según las creencias de Bucovina,
el Martisor es el hilo de los días del año tejido por Baba Dochia mientras
subía la montaña con las ovejas. El color blanco representa el frio del
invierno que se acababa y el rojo el calor del verano que se esperaba.
El significado del Martisor se diluyó
conforme pasaron los años. En el pasado, estaba confeccionado por las madres
que añadían al hilo bicolor de lana una moneda de plata o de oro y lo ponían a
la mano de los niños en la mañana de 1 de marzo, antes de que saliera el sol.
Se creía que, de esta manera, los niños estaban protegidos contra el mal y
enfermedades y que serían sanos como la plata y rojos en las mejillas como el
color rojo que tenía el hilo.
Las chicas se ponían el hilo como
un colgante pensando que de esta manera no serán quemadas por el sol durante el
verano, conforme el dicho: " Quien lleva martisoare/ No será quemado por
el sol".
El Martisor se llevaba por los
niños durante 12 días, hasta una cierta fiesta de la primavera o hasta que los
árboles enflorecían. En algunos sitios, se llevaban hasta la llegada de las
aves migratorias, cuando se lanzaban en la dirección de donde venían las aves,
diciendo: " Llévame las negras y dame las blancas". En caso de que el
Martisor se llevaba hasta que florecían los arboles, se ponía encima de las
ramas con flores y con la moneda que tenía el hilo se compraba vino rojo, pan y
queso fresco para que el que llevo el Martisor tenga la cara blanca como el
queso y rubicunda como el vino rojo.
El Martisor era un símbolo
llevado con mucha dignidad y solemnidad por los miembros de la sociedad
tradicional que evitaban cualquier comportamiento no civilizado en el periodo
en el cual el Martisor decoraba sus trajes.
Los Martisoare de hoy son
confeccionados manual y se compran de las tiendas, siendo compuestos también de
dos hilos blanco-rojo trenzados de seda a los cuales se agarran pequeños
colgantes artesanales que simbolizan la suerte, salud, amor, etc.
Otra leyenda relacionadas con el
Martisor dice que una vez el Sol bajo en la tierra, tomando la forma de un
joven para asistir a un baile en el pueblo. Pero un dragón malo lo vio, lo
raptó y lo encerró en un calabozo, causando de esta manera sufrimiento a toda
la naturaleza. Se dice que los ríos dejaron de fluir, los pájaros dejaron de
cantar.... hasta los niños dejaron de reír.
Nadie supo que hacer hasta que un
joven decidió enfrentarse al dragón y liberar el Sol. Empezó su camino,
teniendo el poder de varios muchachos. Su viaje duro tres estaciones: verano,
otoño e invierno. Al final del invierno encontró el castillo del dragón y luchó
con el varios días hasta que lo mató.
Débil y malherido, el joven logró
llegar hasta al calabozo donde estaba el Sol y lo liberó pero no logró luchar
más por su vida y se murió, su sangre cayéndose encima de la nieve blanca. El
Sol subió al cielo y proclamó la llegada de la primavera, llenando los
corazones de la gente con felicidad.
Desde entonces, los jóvenes
trenzan dos hilos, uno blanco, uno rojo, ofreciéndoselos a las chicas a quien
aman o a los cercanos. El rojo simboliza el amor, recordando el color de la
sangre del joven y el blanco simboliza la salud y pureza de la campanilla de
invierno, la primera flor del invierno.
- texto traducido
MULTUMESC!!!!!!
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