Rumania tiene muchas leyendas, pero una de las más
tristes, románticas e impresionantes es
la leyenda de Manole: En la tranquila ciudad Curtea de Arges, al lado de los
Cárpatos, se encuentra uno de los monasterios más bonitos del país.
El hermoso
monasterio fue construido bajo el orden de Basarab I, conocido como Basarab
Corazón Negro por su comportamiento cruel. El rey le ordenó al arquitecto
Manole que le construía el monasterio. Se dice que el rey quiso construir la
iglesia más hermosa que existió jamás. Manole empezó las obras, pero todo lo
que se trabajaba durante el día, se derrumbaba por la noche. El trabajo nunca
acababa.
Temiendo la manía del rey, Manole y sus compañeros
consultaron un oráculo que les dijo que para que la iglesia resiste necesitaba
un alma humana. Por eso, si querían acabar la iglesia tenían que emparedar a la
primera persona que se acercara a la iglesia al amanecer.
Aunque estuvieron de acuerdo que dicho método era
cruel, decidieron cumplirlo. El corazón de Manole se endureció cuando vio que
la primera persona que apareció ante la iglesia, el día siguiente, junto con los
primeros rayos de sol, era su esposa que estaba embarazada. Ella decidió hacerle
una sorpresa y traerle el desayuno.
Manole tuvo que sacrificar a su mujer,
incapaz de protegerla de una muerte tan cruel. Así, los constructores lograron
construir el hermoso monasterio.
Pero la leyenda no se acaba aquí. Al acabarse la
construcción, el rey ordenó que Manole y sus compañeros se quedan encerrados en
una de las torres del monasterio. Basarab estaba tan satisfecho por como salió
el monasterio que no quería que construían un monasterio más hermoso que este.
Manole confeccionó unas
alas e intentó escapar saltando de la torre en la cual estuvo condenado a
morir. El vuelo fue corto. Logró volar unos metros, pero luego se desplomó y se
murió. Se dice que en el lugar donde murió surgió una fuente. El que visita el
monasterio verá el sitio donde estuvo emparedada su mujer y la fuente que está
situada en el sitio donde el maestro Manole encontró su fin.
¡Hola!
ResponderEliminarAntes que nada felicitarte por el blog y darte las gracias por acercarnos a Rumanía ¡Y en castellano! Una alegría para los que no nos podemos permitir viajar y tampoco sabemos inglés. :)
Esta leyenda en concreto me ha parecido muy dolorosa por el pobre Manole, que es consecuente con sus decisiones incluso aunque cueste la muerte de su esposa. Sin duda, magia para visitar. :D
¡Un abrazo!
Gracias, Candela por pasar por mi blog y dedicar un poco de tu tiempo para leer lo que publicamos. Me alegro que te haya gustado y te espero mas por aqui! Un abrazo!
EliminarP.S: A mi tambien me gusta mucho lo que escribes!
La leyenda apunta a que nada de lo bello o bueno se obtiene ningún gran sacrificio.
EliminarEn este caso Manole tiene que amurar a su mujer, para que la construcción del monasterio más bonito de Rumania se pueda terminar.
multumesc sandrita intotdeauna public ceva frumos cum tu ai spus este trist dar desigur ca este un loc frumos pentru a vizita
ResponderEliminarGracias Alberto, por leerme. Te espero mas por aquí y por la pagina de facebook. Un saludo.
EliminarSí que es muy muy triste, me encantan las leyendas Sandra, no sabía que teníais tantas en Rumanía. El monasterio es precioso, espero poder ir algún día a visitar Rumanía....sino es así, con tus artículos y leyendas puedo casi visualizarlo mentalmente. Besos!
ResponderEliminarGracias Sonsoles por pasarte por este rincón y por leer esta triste historia. Es cierto que hay muchas leyendas por mi tierra y a mi me encantan todas porque tienen algo de magia y son todas especiales. Me alegro que te guste lo que lees y si algún día te decides visitar mi país, dime y te ayudo a organizarte. Es un país bastante desconocido como potencial turístico, pero la mayoría que vienen a verlo vuelven contentos porque hay muchas cosas que ver, comer y disfrutar! ¡Un fuerte abrazo!
EliminarFoarte frumos.
ResponderEliminarFELICITARI pentru faptul ca iti dedici timpul aratand lumii o alta fata a tarii noastre,asa cum bine spune si titlul blogului tau. E minunat ceea ce faci. :)
Multumesc pentru frumoasele cuvinte pe care mi le-ai scris. Te imbratisez.
EliminarHola Sandra. El monasterio me parece realmente precioso aunque la leyenda es bastante triste. Sin embargo, siempre hay algo valioso que rescatamos de todas estas historias que nos cuentas, por lo que te felicito. Rescato el recordar la tiranía de aquellas épocas en muchos lugares del mundo, tiempos de castigos injustificados en que la vida no valía nada. Rescato la fuerza de Manole en su lucha por sobrevivir; y la fuente, los más hermoso del cuento. Lo malo se olvida pronto, lo bueno se inmortaliza y permanece. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarGracias Jimena por tus bonitas palabras. Deberiamos guardar todos los recuerdos de los que hicieron algo bueno en esta vida. La historia de Manole es triste, si, y justo por su gran sacrificio y fuerza que tuvo, no tenemos que olvidarle nunca. Estoy contenta que puedo enseñaros estas leyendas y es un honor ver que las leéis y que os gustan. Un abrazo.
EliminarSandra! gracias por avisarme acerca de esta leyenda, no pude aguantar y la tuve que leer!. Es fascinante y muy triste. Tantas cosas que han sucedido en nuestro planeta a través de las eras que hacen pensar y reflexionar profundamente. Gracias por compartirnos artículos fascinantes como éste. Un abrazo amiga.
ResponderEliminarTe agradezco Alex por leer esta leyenda,es una de mis favoritas, me impresionó mucho de pequeña y la tengo muy bien guardada en mi corazón. Un abrazo!
EliminarAlgo había leído de esto antes, pero con la memoria que tengo... jaja.
ResponderEliminarComo siempre un placer pasar visitando tu blog y conocer más sobre Rumania. Me están dando ganas de viajar para ir a conocerla.
Un abrazo!
¡Que alegría de verte por aquí, Orlando! Me alegro de que te haya gustado esta leyenda, es una de mis favoritas, aunque es triste. Un abrazo.
EliminarMe encanta este Monasterio
ResponderEliminarEsstoy planeando viajar a Rumania y busco material para informarme. Agradezco mucho a Pedro y Sandra por esta maravillosa colaboración. un abrazo
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