Poema Madre de Estaban el Grande

I.

Sobre una roca negra, en un antiguo castillo

Donde cae en el abismo un pequeño río

Llora y gime una joven dama,

Dulce y suave como una rosa.

Ya que en la batalla, su querido esposo

 Se fue con el ejército y ya no volvió.

Sus ojos azules arden en lágrimas

Como brillan en el rocío dos violetas;

Sus rizos de oro caen sobre su pecho,

Las rosas y los lirios le acarician el rostro.

Pero la señora suegra a su lado vigila

Y le dice dulces palabras de valentía.

II.

Un ruido suena en medio de la noche

¿Quién llamará a la puerta ?

-" Soy yo, buena madre, tu querido hijo;

Vuelvo de la guerra muy herido.

Nuestro destino fue cruel esta vez:

Mi pequeño ejército huye roto.

Mas abre la puerta.... los turcos me rodean...

El viento sopla fuerte....las heridas me duelen!"

La joven dama se asoma a la ventana.

- " Qué estás haciendo, niña?" dice la señora.

Luego sale a la puerta

Y en el silencio de la noche dice:

-" ¿Qué dices tú, extranjero? Esteban está lejos;

Su brazo reparte miles de muertos.

Yo soy su madre; el es hijo mío.

Si eres tú el mismo, yo no te conozco!

Pero si el cielo, quiere agravar

Los años de mi vida y ponerme triste,

Cambiando tu alma noble;

Si de verdad eres Esteban,

Entonces aquí, sin victoria,

No puedes entrar con mi voluntad.

¡Vete con el ejército! ¡Muere por tu país!

Y tendrás la tumba llena de flores!"

III

Esteban vuelve y su corneta suena;

Reúne su maltrecho ejército.

La batalla empieza de nuevo... los enemigos heridos

Caen como espigas, golpeados por hachas.