- resumen del libro escrito por Cezar Petrescu, publicado en 1931.
¡Pero, justo en la noche de despedida, Fram no
aparecía! Los espectadores le llamaban entusiastas. Finalmente, Fram entró en
la escena, se sentó pensativo sin hacer nada más. Un abuelo de la audiencia, le
dijo a su nieta, Lilica, lo que sucedía con Fram: - ¡Es muy viejo ya! Fram se
despidió y en cuatro patas, como un animal cualquiera, entró en su jaula.
Petrus, un niño espectador, escuchó la explicación del anciano con tristeza y
compasión.
El circo se fue a otro
país, pero Fram ya no hizo parte de la representación.
Dos niños se peleaban
porque hicieron una apuesta que el maravilloso oso sí que entraba en la escena.
Ellos vinieron a visitar la casa de fieras del circo junto a sus padres. El
director estableció un precio muy alto para la visita de la casa de fieras.
Habían jaulas, todo tipo de animales, buenos solo para ser vistos, y nada más.
Entre ellos se encontraba Fram.
Cuando sueña, Fram se
acuerda como era cuando era pequeño, capturado por los esquimales y vendido al
circo. Poco a poco se acuerda de la cueva donde nació y de su madre. Como vio
por primera vez el sol polar y como se asustó de él, como viajó con su madre en
la nieve, el sabor de la primera morsa, la parada en la isla donde crecían
flores y raíces sabrosas.
En esa isla, la madre
oso sintió un olor extraño, de hombre y
perro. Se dio cuenta de que estaban en peligro, pero no conocía el poder de la
escopeta. Allá la madre oso murió de un disparo. El osito no entendía por qué
los humanos cortaban a su mama, que yacía en el suelo. Luego fue llevado al
pueblo de los esquimales. Se asusto del fuego y se puso al lado de lo que quedó
de su madre.
Desde allá, el pequeño
oso se despertó en un barco, donde aprendió que los humanos también podrían ser
buenos. Le pueden acariciar y darle leche. El marinero Lars, un hombre que
había pasado por muchas cosas en la vida, a quien se le murió la madre y la
novia y por lo que se dio a la bebida, bautizó al bebé oso "Fram", por el nombre del
barco con el cual cruzó tantos sitios polares.
El oso fue vendido por diez botellas de ron y
pronto llegó al circo Strutki.. En el circo, aprendió acrobacias y como
portarse con la gente, y durante siete años fue su orgullo. Pero ahora, empezó
a echar de menos el hielo polar.
Un antiguo cazador,
apasionado por el estudio de los osos, convenció al director del circo para que envíe a Fram al
polo. Los miembros del circo se despidieron de él con mucha tristeza.
Fram llegó a casa. Le
llevaron a una isla desierta, para que aprenda los hielos y se acostumbre con
su nueva vida, protegerle de los esquimales con los cuales él podría volverse
amigo, tal como se le enseño. Le dejaron también comida para que tenga hasta
que aprenda a cazar. Con un último saludo, Fram desapareció entre los hielos.
Teniendo frio, empezó a
calentarse haciendo acrobacia. Estaba bastante triste, la vida en el polo era
más difícil de lo que había pensando. Se dirigió instintivamente hacia la
orilla donde vio algunas focas. Las miró y quiso coger una, porque tenía
hambre, pero, acordándose de las focas del circo Strutki, ya no pudo hacer eso.
Giró hacia el norte. No pudo cazar nada,
aunque habían muchas focas a su alrededor. Encontró un pedazo de carne de foca
y lo comió. Llegó a otra isla, llena de huellas de animales. Las siguió y se
encontró con otro oso polar, pero Fram no sabía que un oso es dueño de su
territorio y no tolera otro oso allá. El oso nuevo le saltó encima. Fram uso la
acrobacia del circo y el oso, confundido, viendo que no lograba morderle,
arañarle o asustarle, decidió irse. Fram se quedó triste atrás. Todas las
animales huían de él, considerándole un enemigo...
Al final, Fram se dio
cuenta como comer. Cuando el oso gruñón cogía una morsa, era suficiente que
aparezca él y asustarle, para que la morsa cazada se quede suya.
Poco a poco, Fram
aprendió como construirse refugios contra las tormentas de
nieve. Pero ese oso que le aseguraba la comida, al cual Fram nombro "el Cabezón", se hartó de cazar
para otro así que se fue de la isla.
Hambriento, Fram
encontró una osa y dos oseznos. Intento ser amable, en su estilo del circo,
pero la osa le mordió. Así se encontró con varios osos, que se asustaban cuando
le veían haciendo saltos mortales, pasos de vals y balanceos. Todos, cuando le
veían, abandonaban sus comidas y
corrían, teniendole mucho miedo. Y así llegó la noche polar que duró varios
meses.
Por otro lado, sobre
todo Petrus no se olvidó de Fram. Se hizo amigo con la chica del circo y prestó
libros sobre los osos polares, de su abuelo. Leyó tanto que se convirtió en un experto.
Después de leer, Petrus contaba a sus amigos las aventuras que le quedaba en la
mente como un tesoro. Cualquier libro nuevo sobre osos polares blancos y
expediciones polares, Petrus leía y releiá.
Al igual que antes
anhelaba volver al polo, ahora Fram estaba pensando siempre en los humanos.
Desesperado por el frío y la soledad, empezó a andar. Se encontró con un pequeño osito que estaba solo. Su madre murió
en una batalla con otro oso polar y el cachorro logró escapar solamente con una
herida. El pequeño llevó a Fram al sitio donde murió su mama y descubriendo las
huellas del culpable, Fram empezó a perseguirlas. Encontró al asesino y lo
engaño con su acrobacia, le tropezó, le pegó hasta que no se pudo mover más.
El cachorro llevó a
Fram al depósito del oso herido donde encontraron dos morsas heladas. Se
quedaron allá hasta que pasó la noche polar. Volvieron a encontrase con el otro
oso, que adelgazó debido a que se quedo sin algunos dientes y ya no podía comer
como antes. Fram le devolvió el refugio y se fue más lejos, junto al osito, que
ya empezó a crecer.
Fram volvió a
encontrarse con osos, que huían solamente al verle, dejandole sus comidas. Sólo
que el pequeño oso tenía otros instintos. El logró a cazar una morsa. En un día
Fram encontró al osito haciendo sus trucos, aprendidos en el circo, así que
decidió dejarle. Ya era suficiente haber un bufón polar. El cachorro
tenía que ser un oso normal. Así que Fram se subió a una masa de hielo flotante
y se fue, sin mirar atrás.
Se detuvo en un sitio
donde pescaba un niño esquimal. El oso se esforzó a atraerle con todo lo que
sabía del circo, pero el niño estaba muy asustado. El esquimal no podría creer
que Fram no quería matarle sino solamente jugar con él. El oso quiso
acariciarle con su pata y entonces el niño pensó que el oso estaba hechizado.
Por eso, le enseño sus
juguetes escondidos en la nieve pensando que Fram los convertirá en armas
verdaderas y grandes. Decepcionado que el oso no tenía ese poder, el niño quiso
tirarle flechas para matarle, pero Fram las cogió con la pata tal como aprendió
en el circo. Luego sacudió a Nanuc, el niño esquimal, le rompió las armas y se
fue de nuevo viendo que su lugar no estaba tampoco entre los esquimales. Nadie
creyó al chico cuando contó lo que le había pasado con el oso hechizado.
Linda historia, habeses los amigos duran toda una vida...saludos
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Gracias por visitar mi pagina.
EliminarHermosa historia que nos hace ver la bondad de la amistad cuando es verdadera. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Teresa. Esta novela es una de mis favoritas. Nos enseña valorar la amistad y a los animales, que pueden ser los mejores amigos de las personas. Un abrazo.
EliminarLa amistad es hasta necesaria no se puede vivir sin ella y se vive mágicamente cuando tiene calidad.Un gran abrazo mi amiga.Me ha encantado.
ResponderEliminarAsi es, si no tenemos amigos, vivimos tristes. Te agradezco por pasarte por aqui y me alegra saber que te haya encantado el resumen.
EliminarUn abrazo.