Mientras andaba por el camino, un viajero vio un hermoso árbol en un jardin, cuyas ramas estaban tan cargadas de manzanas rojas que le hicieron la boca agua. Vislumbrando que no habia nadie alrededor, ¿que es lo que penso? Que seria estupendo poder probar de esas manzanas, ya que le entraba mucha hambre.
¿Pero como hacerlo? Para llegar al arbol tenia que saltar una valla alta y pasar por una charca sucia. Penso un poco, pero sin tener mucha paciencia, dijo: " Que pase lo que sea" y empezo a saltar la valla.
¿Pero como hacerlo? Para llegar al arbol tenia que saltar una valla alta y pasar por una charca sucia. Penso un poco, pero sin tener mucha paciencia, dijo: " Que pase lo que sea" y empezo a saltar la valla.
Con dificultad llegó al patio, pero observo que se rompio el vestido en una espina. Ya no podia hacer nada. Aún más, diendose prisa, se olvidó de la charca sucia y se hundió en el lodo. Cuando por fin llego al árbol cogio algunas manzanas pero mirandolas, dijo:
- Es cierto que he conseguido lo que queria, pero ¿valió la pena? Mi mejor abrigo está roto, los zapatos y los pantalones están sucios...
Mientras estaba pensando en eso, aparecio el dueño de la casa. Cuando vio al viajero y su aspecto, le dijo:
- Bien, hombre, ¿tenías que esforzarte así para coger algunas manzanas? ¡Mira lo que te pasó! No entiendo por qué entraste a escondidas. Si hubieras tocado a mi puerta y me hubieras pedido, yo te las hubiera regalado con cariño. ¡Ahora, vamos a mi hogar para que te laves y descanses un poco, luego ya podrás seguir con tu camino!
Contento y satisfecho se quedó el viajero, viendo la bondad de su anfitrion, pero al mismo tiempo, se prometio a si mismo que ya no sería nunca más tan imprudente.
En la vida, no importa solo lo que consigues, sino como lo consigues! Hay gente que quiere tener más y entonces trabaja sin parar. Otros, sin embargo, roban, pensando como escapar del trabajo y como engañar. Esas personas se engañan a ellos mismos, porque lo más importante en el camino de conseguir lo que deseas es justamente el viaje hasta allí, viaje que haces con tus mismas fuerzas y sacrificios!
Es un cuento delicioso, me encanta final.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa, por visitarnos y dejar un comentario. Un saludo.
EliminarPreciosa historia, muy bien escrita, Sara... Lo importantees el cómo, sin ninguna duda. Felicidades!!
ResponderEliminarGracias, Elena! Me alegro que te haya gustado la historia. Un abrazo.
EliminarLa historia es muy bella y la moraleja que la cierra es muy hermosa. Alma bondadosa la tuya. Saludos venezolanos para ti y los que te quiere.
ResponderEliminarMuchas gracias, Isaias. Sus palabras significan mucho para mi. Saludos.
EliminarMuy bonita historia. Ha sido un placer.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Gracias por visitarnos, Tony. Un abrazo.
EliminarBuena historia con un muy buen mensaje. Hasta me ha abierto el apetito por una manzana roja.
ResponderEliminarSaludos!
Hola, Orlando. Gracias por visitarnos y dejar un comentario. Me alegro que te haya gustado. Por cierto, te quise dar un premio por tu blog, pero con toda la locura y emoción que tuve, no te encontré. Bueno, la próxima vez seguro que estarás entre los premiados. Un saludo.
EliminarUna buena y bonita historia,me ha gustado mucho.Un abrazo Sandra.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mercedes! Me alegro que te pasaste por aqui y en especial de que te haya gustado el cuento.Un abrazo enorme!
EliminarComo siempre me dejas de piedra con las moralejas que dejan tus leyendas! Toda la razón!
ResponderEliminarFelicidades Sandra,me ha encantado.
Un fuerte saludo en la distancia
Me alegro de que te haya gustado el cuento y la moraleja. Me gustan mucho estas historias que aportan una leccion, asi que por eso decidi compartirlas con vosotros.
Eliminarun abrazo!