Aunque el príncipe Vlad luchaba por mantener buenas relaciones con los vecinos, no permitía que le trataran sin el respeto debido, aun si el país que gobernaba era uno pequeño - como era Valaquia.
A la corte real llegaron los mensajeros de parte de Mohamed, el sultán turco. Tan pronto como entraron en la sala de invitados, ellos hicieron reverencias, así como tenían las costumbres, pero no descubrieron sus cabezas, quedándose con los turbantes en sus coronas. El príncipe les preguntó, sin ocultar su disgusto:
- ¿Por qué hacéis eso? ¿No sabéis que estáis ante el príncipe de este país?
Los mensajeros turcos siguieron sin descubrir sus cabezas.
- ¡Así es la costumbre en nuestro país, Majestad! y nuestro dueño la mantiene.
Entonces Vlad el Empalador ya no aguantó más y levantó la mano para ordenar:
- Si su sultán sufre de vergüenza si se quedan con la cabeza descubierta, nosotros no estamos acostumbradas de esta manera. De todos modos, id a decirle que no envíe sus costumbres a otros dueños, que no tienen el deseo de tenerlas o mantenerlas en sus tierras también. Yo, sin embargo, aunque no reciba su ley, no significa que intento impedirseelo para respetarla. Al contrario: mi deseo es apoyarles y fortalecer su ley, para que la mantenga con fuerza; por eso comando ¡qué les claven los turbantes de sus cabezas!
Con clavos de hierro se han enganchado los turbantes en sus cabezas. Luego, Vlad el Empalador dejó ir a los mensajeros y decirle al sultán cómo cada pueblo debe mantener sus costumbres, tradiciones, pero no imponerlas a los demás, aunque sean sus sometidos.
Tremendo post! Wow es sorprendente, recomiendo leerlo!. Saludos Sandra!
ResponderEliminarGracias, Alex! Y bienvenido por este blog. Te esperamos mas por aqui! Un saludo.
EliminarMe encantan las y esta es muy interesante, sobre todo porque puede que haya sido verdad.
ResponderEliminarGracias, Sonsoles. Me alegro mucho que te haya gustado la leyenda. Es muy popular en mi tierra. Un abrazo.
EliminarCada vez que leo algo de este hombre me deja con la boca abierta...¡tremendo era!
ResponderEliminar¡Saludos! :)
Vlad el Empalador dejo una huella muy importante en la historia de Rumania y fue una musa para el cine y la literatura universal. Me alegro mucho que te haya gustado esta leyenda. Ya publicaré más sobre él. Un abrazo.
EliminarGracias por éstos textos, Sandra. Ah, y gracias por la excelente música de fondo. Nunca había escuchado nada, ni sabía de Porumbescu. Así que ¡Doblemente agradecido!
ResponderEliminarGracias a ti, Elmer. Es un placer saber que te guste mi blog. Te agradezco por dedicarme un poco de tu tiempo. Un saludo.
EliminarOtra gran historia de Vlad el Empalador. Un gusto pasar por tu blog!
ResponderEliminarSaludos!
Muchas gracias Orlando! Es toda una alegría verte por aqui. Un saludo.
Eliminar¡Hola! Ya había leído algo sobre esta leyenda pero me ha encantado volver a leerla :)
ResponderEliminarUn abrazo Sandra
de vlad el empalador siempre recordaré los primeros diez minutos del Drácula de Coppola, valían por diez o veinte Dráculas que puedan hacerse. interesante tu blog, voy a leerme alguna leyenda. dejo el mío, por si queréis devolverme la visita, es http://alejandrovargassanchez.blogspot.com hay de todo. saludos.
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